Al clausurar la Feria del Libro en La Cabaña, Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, anunció que más de cuatro mil títulos y unos cuatro millones de ejemplares han estado a disposición de los lectores; el público adquirió unos 409 395 ejemplares, cifra superior en 5 000 a lo logrado en la pasada edición del evento

Ha concluido la Feria Internacional del Libro de La Habana, Cuba 2019. Se trata de un epílogo sui géneris, pues este encuentro anual inicia ahora su camino por otras 15 ciudades del país, hasta su culminación el 14 de abril en la oriental urbe de Santiago de Cuba.

En esta edición 28, la otrora fortaleza militar de San Carlos de la Cabaña, de La Habana, devenida recinto ferial desde hace varias ediciones, acogió decenas de presentaciones de libros, coloquios, conferencias, premiaciones, stands y librerías.

Granma les propone el acercamiento a algunos elementos para vislumbrar lo allí acontecido.

—Eduardo Heras León: escritor, periodista, editor, crítico literario y de ballet; premio nacional de Literatura 2014, a quien se dedica la Feria. Además del Coloquio en la Sala Nicolás Guillén sobre la vida y obra de quien es perfectamente reconocido como el Chino Heras, para los lectores fue gratificante la reedición de sus títulos más relevantes: La guerra tuvo seis nombres y Los pasos en la hierba, así como el encuentro con otros títulos nuevos como El libro de los elogios, El libro de las entrevistas y El libro de las presentaciones.

— Mirta Yañez: La Feria se honró con la entrega del Premio Nacional de literatura 2018 a la escritora, filóloga, profesora y miembro de la Academia Cubana de la Lengua.

Considerada una de las más relevantes intelectuales de su generación, Mirta Yañez (La Habana, 1947) se ha destacado en prácticamente todos los géneros que cultiva: lírica, relatos, novelas y ensayos. Entre sus títulos de narrativa destacan la novela Sangra por la herida, los cuentos Todos los negros tomamos café, La Habana es una ciudad bien grande, y El diablo son las cosas; los poemarios Un solo bosque negro, y Las visitas y otros poemas.

Ha sido una de las principales investigadoras del discurso femenino en la literatura cubana, y es coautora, junto a la también narradora y poeta Marilyn Bobes, de la antología Estatuas de sal.

—Aniversario 500 de la fundación de La Habana: La efeméride  propició la edición de más de una decena de libros con temas habaneros, un programa encabezado por Ediciones Boloña, de la Oficina del Historiador. Sus novedosos títulos han sido presentados en la calle de Madera del Centro Histórico de La Habana, Patrimonio de Humanidad.

Así pueden tenerse en la mano obras clásicas como la novela Cecilia Valdés o la Loma del Ángel, de Cirilo Villaverde; la antología Crónicas habaneras, de Alejo Carpentier, quien —dice su presentadora Graziella Pogolotti— «contribuyó a la construcción del mito de La Habana» y Cuadernos de historia habanera, tomos IV, V, VI, VII, VIII, IX y X, debidos a Emilio Roig de Leuchsenring, Historiador de la Ciudad de La Habana entre 1935 y 1964. A los primeros tres tomos, presentados en 2018, se suman ahora otros siete volúmenes, que compilan los cuadernos del 11 al 36.

—Dos sucesos editoriales: La reedición por la casa editorial Letras Cubanas, de Oppiano Licario, la novela inconclusa de José Lezama Lima, y por la colección Clásicos de la literatura latinoamericana de la institución cultural cubana Casa de las Américas de la descomunal obra de Julio Cortázar, Rayuela.
Publicada en primera edición en 1977, un año después de la muerte de Lezama, Oppiano Licario, ahora fue presentada, a más de 40 años, en  el Centro Cultural Dulce María Loynaz, mientras Rayuela, con el estudio de Lezama Lima para la primera edición, exactamente medio siglo después, la acogió la Casa.

—Argelia, País Invitado de Honor: Arribó con una delegación de 30 escritores, montó en La Cabaña un hermoso Pabellón, donde mostró cerca de 200 volúmenes sobre patrimonio, historia, literatura infantil y novelas.

En la Feria se presentaron 18 títulos de autoras y autores argelinos, entre ellos las novelas Tierra de mujeres, de Nassira Beyoula;  El viento del sur, de Abdelhamid Benhadouga; Un mar sin gaviotas, de Djilali Kellas, y El juramento de Atocha por su autor, el hoy ministro de Cultura de Argelia, Azzedine Mihoubi.

El juramento de Atocha es una  seria reflexión sobre el fenómeno de la violencia colectiva, con episodios que no dejan de sucederse hoy en cualquier lugar del mundo y sobre ella dijo  Mihoubi «debe entenderse como un mensaje a favor de la paz y de la necesidad de promover el diálogo y el entendimiento entre los pueblos, pues la cultura tiende puentes».

—Cifras de esta fiesta cultural: mil 300 acciones literarias y artísticas, más de 80 conferencias, unos 50 paneles, 45 premiaciones y homenajes, más de cien lecturas de poesía y más de 150 presentaciones de libros, conciertos, muestras de cine y exposiciones de artes visuales.
Al clausurar la Feria en La Cabaña (17 de febrero), Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, anunció que más de cuatro mil títulos y unos cuatro millones de ejemplares han estado a disposición de los lectores; el público adquirió unos 409 395 ejemplares, cifra superior en 5 000 a lo logrado en la pasada edición del evento. Aquí, para festejar al lector cubano, puede citarse al inmenso argentino Jorge Luis Borges: «Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído».

—Otros premios: La Puerta de Papel, instituido para realzar los mejores títulos publicados por los 22 sellos que integran el Sistema de Ediciones Territoriales, fue para Las memorias vacías de Solange Bañuelos, de Maité Hernández-Lorenzo (Ediciones Matanzas); el Premio al Lector, los títulos con mayor índice de ventas en un año, fue para  el libro Cien Horas con Fidel, de Ignacio Ramonet (Editorial Nuevo Milenio y la Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado), y el premio Puertas de Espejo, del Programa Nacional por la Lectura, de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, fue para la escritora y periodista Marta Rojas, por El equipaje amarillo, la más solicitada por los lectores en el 2018.

El intelectual cubano Miguel Barnet, premio nacional de Literatura 1994, hizo una interesante reflexión en la pasada XI edición de la Feria de La Habana, a cuya obra fue dedicada: «Creo que las ferias del Libro crecen en Cuba y en todo el mundo, porque el libro no puede ser sustituido por nada, establece un vínculo íntimo, fuerte, ígneo, erótico y sensual con las personas que no puede suceder con una fría pantalla».

No obstante la influencia de  novedosas y variadas tecnologías digitales y de agoreros anuncios, el libro es aun deseado. ¿409 395 ejemplares vendidos en La Cabaña entre el 7 y el 17 de febrero pueden permitirnos una cierta sonrisa…?

Fuente: Granma